Qué es el cáncer de mama
• En 2020 fallecieron 97 323 personas por tumores malignos. De estos, 7 880 fueron por tumores malignos de mama, lo que equivale a 8% de este total.
• Debido al cáncer de mama, en 2020 fallecieron 7 821 mujeres y 58 hombres.
• La tasa más alta de defunciones de mujeres por cáncer de mama se registra en el grupo de edad de 60 años o más (49.08 por cada 100 mil mujeres de este grupo de edad).
El cáncer de mama se origina a partir del crecimiento descontrolado e independiente de las células que forman un tumor maligno que puede invadir tejidos circundantes y también órganos distantes (metástasis)
La Organización Mundial de la Salud (OMS) lo reconoce como el tipo de cáncer más común en el mundo. Según las Naciones Unidas este tipo de cáncer fue el de mayor incidencia en 2020, con 2.3 millones de casos nuevos (11.7% del total de casos de cáncer diagnosticados a nivel mundial). Además, “se estima que a nivel mundial, los años de vida perdidos ajustados en función de la discapacidad (AVAD) en mujeres con cáncer de mama superan a los debidos a cualquier otro tipo de cáncer”.
Con el objetivo de fomentar la autoexploración mamaria y la detección temprana, así como promover el acceso a controles, diagnósticos y tratamientos oportunos y efectivos, la OMS designó el 19 de octubre como el Día mundial de la lucha contra el cáncer de mama.
En conmemoración de esta fecha, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) ofrece el siguiente panorama nacional sobre la morbilidad y la mortalidad por cáncer de mama entre la población de 20 años y más. MORBILIDAD El cáncer de mama no tiene una causa única; se han identificado una serie de factores que contribuyen en su aparición y desarrollo; por ejemplo la edad, conforme las personas envejecen aumenta el riesgo de padecerlo; el inicio temprano de la menstruación (antes de los 12 años) e inicio tardío de la menopausia (después de los 55 años); antecedentes de cáncer de seno o de ovario; la obesidad y el sobrepeso; el tabaquismo y la ingesta de alcohol; algunas terapias de reemplazo hormonal y ciertos anticonceptivos orales; así como mutaciones genéticas heredadas en los genes BRCA1 y BRCA26.
En México durante 2019 se registraron 15,286 nuevos casos de cáncer de mama en la población de 20 años y más. De estos, 167 corresponden a hombres y 15,119 a mujeres. La tasa de incidencia de tumor maligno de mama a nivel nacional es de 18.55 casos nuevos por cada 100 mil habitantes de 20 años y más.

La distribución de casos nuevos de tumor maligno de mama entre las mujeres de 20 años o más por entidad federativa para 2019, muestra que Morelos tiene la incidencia más alta (151.94 casos nuevos por cada 100 mil mujeres de 20 años o más), seguida de Colima (139.62) y Aguascalientes (66.64); por otra parte, Guerrero presenta la incidencia más baja con 7.69 casos nuevos por cada 100 mil mujeres de 20 años o más.

Por edad al fallecimiento son pocas las mujeres jóvenes de 20 a 29 años que mueren por cáncer de mama (0.64 defunciones por cada 100 mil mujeres de este grupo de edad), seguidas de las de 30 a 44 con una tasa de 7.09 defunciones por cada 100 mil. Las tasas más altas se registran en los grupos de 45 a 59 años y de 60 años o más (26.79 y 49.08 defunciones de mujeres por cada 100 mil mujeres, respectivamente); es decir, mueren más mujeres por este padecimiento conforme incrementan su edad.

Disponer de la afiliación a servicios de salud a alguna institución de salud permite afrontar de mejor manera la atención de esta enfermedad. Por el contrario, no gozar de ésta hará que el gasto en salud para la familia sea mayor ya que implica el pago de estudios, tratamientos, cirugías y hospitalizaciones.
En 2020, 16% de las mujeres con 20 años y más fallecidas por tumores malignos, no disponían de derechohabiencia. De las que sí tenían, 58% estaban afiliadas al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y 20% al Seguro Popular.

El cáncer de mama es una enfermedad en la cual las células de la mama se multiplican sin control. Existen distintos tipos de cáncer de mama. El tipo de cáncer de mama depende de qué células de la mama se vuelven cancerosas.
El cáncer de mama puede comenzar en distintas partes de la mama. Las mamas constan de tres partes principales: lobulillos, conductos y tejido conectivo. Los lobulillos son las glándulas que producen leche. Los conductos son los tubos que transportan la leche al pezón. El tejido conectivo (formado por tejido fibroso y adiposo) rodea y sostiene todas las partes de la mama. La mayoría de los cánceres de mama comienzan en los conductos o en los lobulillos.

El cáncer de mama puede diseminarse fuera de la mama a través de los vasos sanguíneos y los vasos linfáticos. Cuando el cáncer de mama se disemina a otras partes del cuerpo, se dice que ha hecho metástasis.
Tipos comunes de cáncer de mama
Los tipos más comunes de cáncer de mama son:
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Carcinoma ductal infiltrante. Las células cancerosas se originan en los conductos y después salen de ellos y se multiplican en otros tejidos mamarios. Estas células cancerosas invasoras también pueden diseminarse, o formar metástasis, en otras partes del cuerpo.
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Carcinoma lobulillar infiltrante. Las células cancerosas se originan en los lobulillos y después se diseminan de los lobulillos a los tejidos mamarios cercanos. Estas células cancerosas invasoras también pueden diseminarse a otras partes del cuerpo.
Existen otros tipos de cáncer de mama menos comunes, tales como la enfermedad de Paget, el cáncer de mama medular, el cáncer de mama mucinoso y el cáncer de mama inflamatorio.
Carcinoma ductal in sitú es una enfermedad de las mamas que puede llevar a cáncer de mama infiltrante. Las células cancerosas se encuentran únicamente en la capa que cubre los conductos y no se han extendido a otros tejidos de la mama.
¿Qué puedo hacer para reducir el riesgo de cáncer de mama?
Anticiparse
Ahora sabemos que el 90-95% del origen de los tumores puede explicarse por factores ambientales o estilos de vida poco saludables.
Existen muchos factores en el transcurso de la vida que pueden influir en el riesgo de que tenga cáncer de mama. Algunos factores no se pueden cambiar, como hacerse mayor o los antecedentes familiares, pero usted puede disminuir el riesgo de tener cáncer de mama al cuidar su salud de la siguiente manera:
• Mantenga un peso saludable.
• Haga ejercicio con regularidad.
• No tome alcohol o, si lo hace, limite las bebidas alcohólicas.
• Si está recibiendo, o le han dicho que reciba, terapia de reemplazo hormonal o anticonceptivos orales (píldoras anticonceptivas), consulte con su médico acerca de los riesgos y averigüe si es lo mejor para usted.
• Si es posible, amamante a sus hijos.
• Si tiene antecedentes familiares de cáncer de mama o cambios heredados en sus genes BRCA1 y BRCA2, hable con su médico acerca de otras maneras de reducir su riesgo.
Mantener una buena salud durante toda la vida disminuirá el riesgo de tener cáncer y mejorará las probabilidades de sobrevivir si se enferma de cáncer.
Cómo NO comienza el cáncer de mama
1 de cada 8 mujeres está en riesgo de padecer cáncer de mama a lo largo de la vida
Los profesionales sanitarios apuestan por incidir en la prevención como uno de los factores más relevantes ya que, como explica la Dra. Capelán, muchos cánceres tienen su origen 30 o 40 años antes.
Estamos contigo
“Hay que educar para evitar que haya nuevos casos y, ante los nuevos casos, ayudar a que vivan y vivan mejor”
Diagnóstico precoz
Las técnicas de cribado o detección precoz han sido efectivas de forma clara para el cáncer de mama, el de cérvix y el colorectal. Estas técnicas detectan la enfermedad antes de que se manifieste. En el cáncer que afecta a las células de las mamas, hay tres técnicas fundamentales:
• Autoexploración
• Exploración clínica
• Mamografía
La ecografía y la resonancia magnética nuclear (RMN) completan las técnicas de cribado más empleadas.
Tratamientos en el cáncer de mama
El protocolo o plan terapéutico para personas diagnosticadas de cáncer de pecho depende de aspectos como la edad del paciente, el estado general de salud, la localización del tumor, etc. pero también de otros aspectos relacionados con la biología de las células tumorales. El 66% de los cánceres de mama se clasifican como hormonodependientes y tienen mayor prevalencia en mujeres postmenopáusicas. Los fármacos hormonales (hormonoterapia) más comunes empleados para tratar el cáncer de mama son el tamoxifeno, el anastrozol, el letrozol y exemestano, entre otros.
Los tratamientos quirúrgicos, la quimioterapia (fármacos antineoplásicos), la radioterapia y la terapia biológica completan las opciones de tratamiento oncológico.
Factores de riesgo y cómo reducirlos
Dieta
Entre los diferentes factores de riesgo que se sabe que afectan al riesgo y a la mortalidad del cáncer de mama, la dieta se considera uno de los más importantes y modificables (seiler a et al., 2018).
Se recomienda una dieta equilibrada antiinflamatoria que enfatice los alimentos frescos sin procesar, verduras, nueces, semillas y frutas (con alto contenido de antioxidantes y fibra), rica en omega 3 (pescado y algunas semillas) y proteína animal mínima (especialmente de carne roja).
Estrés
La exposición crónica al estrés se ha relacionado con cambios negativos en la homeostasis corporal.
El análisis cualitativo ha demostrado una posible asociación entre eventos estresantes e incidencia de cáncer de mama.
Estado anímico
Un estudio de 77,173 mujeres diagnosticadas con cáncer de mama entre 2000 y 2009 concluyó que los trastornos del estado de ánimo parecen indicar una peor supervivencia en pacientes con cáncer de mama.
La depresión es un claro marcador de supervivencia reducida en pacientes con cáncer de mama.
Sueño
Un estudio de más de 400.000 mujeres concluyó que “los madrugadores” pueden tener un riesgo menor de cáncer de mama y dormir más que el promedio de siete a ocho horas por noche supone un riesgo ligeramente mayor de padecer cáncer de mama.
Oncología Integrativa
La oncología integrativa es un área multidisciplinar en el tratamiento del cáncer que sitúa al paciente en el centro. Este abordaje complementa a las terapias hospitalarias con técnicas cuerpo-mente (yoga, acupuntura, etc.), ejercicio físico y nutrición específica (suplementación con hongos) que han demostrado ser eficaces en los procesos oncológicos.
Vivir, vivir más, pero también vivir mejor
Mientras que las técnicas convencionales avanzan para lograr mayores ratios de curación, la oncología integrativa actúa en todo el proceso.
Los hongos en la Oncología integrativa
¿Qué hongos medicinales tienen propiedades útiles en la diabetes?
El Ganoderma lucidum

Desde 1977 muchos estudios han sido publicados sobre la actividad antitumoral que se da a causa de los efectos modulantes sobre el sistema inmunológico. El hongo está aprobado por el Gobierno japonés como medicamento base para el tratamiento de cáncer.
Cuenta con más de 900 publicaciones médicas, 1,000 patentes de uso y más de 3000 artículos científicos.
El Ganoderma lucidum es un Hongo natural que es ampliamente utilizado y recomendado por los médicos y naturópatas por sus efectos de apoyo sobre el sistema inmune. Las investigaciones de laboratorio y un puñado de ensayos preclínicos han sugerido que el Ganoderma lucidum lleva prometiendo propiedades anticancerígenas e inmunomoduladoras. La popularidad de tomar Ganoderma lucidum como una medicina alternativa ha ido en aumento en los pacientes con cáncer.
Trametes versicolor (Cola de Pavo)

Trametes versicolor es utilizado como complemento en pacientes de cáncer debido a su capacidad antiproliferativa, antimetastásica, antiangiogénica y proapoptótica. La fracción polisacárida de Trametes versicolor favorece la actividad citotóxica de la ciclofosfamida sobre las células cancerígenas, a la vez que favorece la disminución del aclaramiento de la ciclofosfamida en sangre, lo cual lo convierte en un compuesto útil en tratamientos anticancerígenos.
Trametes versicolor está especialmente indicado en:
Cáncer hormono-dependiente: mama, próstata, ovarios, tumores radioinducidos: ayuda a combatir los efectos secundarios de la radioterapia.
Cánceres inducidos por virus oncogénicos: la actividad antitumoral sumada a la actividad antiviral convierten Trametes versicolor en una potente herramienta en tratamientos de pacientes con cáncer de origen vírico —linfoma de Burkitt, virus del papiloma humano (VPH) y hepatocarcinomas relacionados con virus de la Hepatitis B.
Cánceres inducidos por virus oncogénicos:

En 1987, un estudio donde se comparaban varias hongos medicinales (incluyendo shiitake y agaricus) su capacidad para inhibir el crecimiento de sarcoma de 180 tumores implantados en ratones. Los resultados indicaron que el hongo maitake era el más efectivo, inhibiendo el crecimiento de tumores en el 86%.
Muchos estudios hechos en los años 80 demostraron que el componente del Maitake que posee la actividad antitumoral era una molécula de azúcar, un polisacárido llamado betaglucano adherida a la proteína. El betaglucano se encuentra comprimiendo la Fracción-D de la molécula del maitake. Los betaglucanos se encuentran en cereales, como la avena y otros hongos medicinales.
Estudios de investigación realizados a mediados de los años 90 en adelante mostraron que la Fracción D tiene tres efectos anticancerígenos primarios
La Fracción D inhibe la carcinogénesis.
La Fracción D inhibe la metástasis.
La Fracción D actúa sinérgicamente con ciertas drogas de quimioterapia.
Cómo reducir los efectos secundarios
La innovación y los avances de los últimos años han contribuido para avanzar hacia la curación del cáncer de mama. En estos momentos,
la supervivencia en cáncer de mama a los 5 años es del 90%. No obstante, los profesionales de la oncología señalan que la calidad de vida es un unmet need, una necesidad no abordada.
Supervivencia y calidad de vida
En este sentido, oncólogos de trayectoria internacional, señalan que la oncología integrativa puede ayudar a minimizar los efectos secundarios directos asociados a los tratamientos oncológicos (náuseas, vómitos) como otros que se manifiestan a largo plazo como la fatiga y la inflamación, presente en una de cada 3 mujeres que ha padecido cáncer de mama, o las
neuropatías periféricas.
referencias
1. National Breast Cancer Foundation.
2. Bodai BI, Nakata TE. Breast Cancer: Lifestyle, the Human Gut Microbiota/Microbiome, and Survivorship. Perm J. 2020;24:19.129. LINK
3. Chiriac VF, Baban A, Dumitrascu DL. Psychological stress and breast cancer incidence: a systematic review. Clujul Med. 2018;91(1):18-26. doi:10.15386/cjmed-924 LINK
4. Kanani R, Davies EA, Hanchett N, Jack RH. The association of mood disorders with breast cancer survival: an investigation of linked cancer registration and hospital admission data for South East England. Psychooncology. 2016;25(1):19-27. doi:10.1002/pon.4037 LINK
5. Hetland E. Johnson T. Lyberg S. Bernardshaw A. M. A. Tryggestad B. Grinde (2008) Effects of the Medicinal Mushroom Agaricus blazei Murill on Immunity, Infection and Cancer. Scandinavian Journal of Immunology. Volume 68, Issue 4. Pages 363-370 LINK